domingo, 13 de marzo de 2011


La Alhambra de Granada constituye el máximo exponente tanto del arte nazarí como de la tradición musulmana y su tendencia a la decoración.Con aquel broche de oro,lleno de barroquismo,se fusionan las formas almohades,con las derivaciones del arte almorávide y taifa,así como se reconoce la influencia cristiana.
El conjunto de la Alhambra se organiza en tres unidades: la Alcazaba o zona fortificada,la Casa Real y la ciudad,muy deficientemente conservada, y donde residían los artesanos que hacían posible la vida en el conjunto.Sin duda,es el segundo el de mayor interés artístico,y responde a muchas de las características del arte islámico Se organiza en torno a dos núcleos principales,el primero es
precisamente el Patio de los Arrayanes,que comunica con el Salón de Embajadores;el segundo no es menos famoso que el primero,el Patio de los Leones,al que se abren cuatro salas.
Todo el conjunto está hecho con materiales pobres.Sin embargo,pobre no quiere decir frágil. Luego,la decoración todo lo remedia,con lo que paredes,suelos y techos quedan totalmente revestidos de ornamentación,bajo la que no hay la menor verdad arquitectónica.
En la Alhambra,el arco más frecuente es el que vemos en el Patio de los Arrayanes,el de medio punto peraltado,cairelado con finísimos lóbulos.Es en otras dependencias del recinto,donde podemos apreciar los espectaculares arcos de mocárabes.
El Patio de los Arrayanes se ha llamado de diversas formas a lo largo del tiempo. La actual denominación se debe a los macizos de arrayanes cuyo color verde vivo contrasta con el piso de mármol blanco del patio,y que rodean al estanque central.También se le llamó Patio del Estanque o de la Alberca,precisamente por este estanque,de 34 metros por 7,10 metros,que divide el patio longitudinalmente y se abastece de agua gracias a dos pilas de mármol situadas en cada extremo.

A ambos lados del patio se encuentran dos naves de aposentos y,en los lados menores,se levantan unos pórticos,sostenidos por columnas de capiteles cúbicos,de siete arcos semicirculares adornados con rombos calados e inscripciones de alabanza a Dios.El arco central es mayor que los otros seis,y presenta enjutas macizas con decoración de ataurique y capiteles de mocárabes.

La galería sur tiene en sus extremos alacenas con vasares de mocárabes.La inmensa mayoría de las inscripciones que aparecen en este patio son loas a Dios o al emir.Las dependencias que existían en este pórtico sur fueron parcialmente demolidas para construir el Palacio de Carlos V.En la planta superior,sobre un corredor,encontramos una galería de seis arcos y dintel más elevado en el centro,con zapatas de madera,escalonadas y cubiertas de ataurique,con celosías de fines de siglo XIX.
Como ya hemos indicado con anterioridad,existen distintas habitaciones que han desaparecido pero de las que se han encontrado indicios que nos permiten saber que existieron.El derribo de estas estancias ha hecho crecer la leyenda de que el emperador Carlos V destruyó el palacio de invierno de la Alhambra para edificar el suyo,aunque diversos estudiosos,no se han puesto totalmente de acuerdo en qué era lo que había en aquellas habitaciones,sí coinciden en señalar que no existe ningún indicio de la existencia de ese palacio de invierno.
Las naves laterales eran utilizadas como residencia de mujeres.En la planta baja existen varias puertas que conectan con distintas dependencias.La decoración del patio en esta galería,excepto el zócalo de azulejos se rehizo durante el siglo XIX,adornándola como el pórtico opuesto.
En la parte superior de la galería norte,tras la que se alza la Torre de Comares,existe un parapeto con dos pequeñas torres laterales,que se rehicieron en 1890 al arder el techo de esta galería y el de la sala siguiente.Los extremos de la galería presentan alacenas con arcos,cúpulas y vasares de mocárabes,sobre un zócalo de azulejos de finales del siglo XVI,el cual presenta una inscripción en su parte superior correspondiente a un poema de Ibn Zamrak, en honor de Mohamed V tras la conquista de Algeciras en 1368.


Aquí podéis disfrutar de una visita virtual en 3D sobre el Patio de los Arrayanes:

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miércoles, 19 de enero de 2011

San Juan de la Peña










La construcción de mayor importancia empieza el año 1026 por iniciativa de Sancho el Mayor. En el año 1071 el rey Sancho Ramírez cede el conjunto existente a los monjes cluniacenses y favorece su reforma. En este momento se levanta el conjunto que hoy queda, en mayor o menor medida. La reforma benedictina de Cluny no podía obviar la construcción de un claustro que se finalizará ya entrado el siglo XII.


El maestro de San Juan de la Peña:
De finales del siglo XI son un conjunto de capiteles del claustro con temas de animales fantásticos y algunos motivos geométricos y vegetales donde destacan los roleos. Un segundo grupo, formado por veinte capiteles, fue en cargado en el último tercio del siglo XII a este autor anónimo, también conocido como Maestro de Agüero, probablemente para sustituir otro anterior.[1] El pequeño recinto ofrecía un cerramiento diáfano en forma de arcadas separadas por columnas. Los arcos se veían rematados con cenefas con el típico taqueado jaqués.
El Maestro desarrolla un programa sobre escenas bíblicas donde aparecen entre otras el Anuncio a los pastores, la Natividad, la Anunciación, la Epifanía, el Bautismo y la Circuncisión de Jesús, la Última Cena, episodios sobre Caín y Abel, la Creación de Adán y Eva, así como su Reprobación y posterior condena al trabajo. Seguramente el maestro de Agüero sólo elaboró los capiteles para dos alas del claustro ya que a finales del siglo XII el monasterio entró en franca decadencia. El programa iconográfico que plantean los 26 capiteles que conservamos parece enfocar la Salvación a través de la Fe escogiendo los episodios más significativos para ello.
Se trabaja con bajorrelieves casi todos dominados por un horror vacui muy acentuado que provoca contorsiones en algunas figuras que superan el propio marco sacando un brazo como en la escena de Jesús y los Apóstoles. Los gestos son exagerados, casi teatrales, acentuando los ojos y la boca, y confiriendo narratividad a las escenas. En cuanto a las formas, éstas se someten a esquemas geométricos que dominan desde la configuración del rostro o los pliegues de los paños, hasta los movimientos de caballos o de la misma agua que se vierte de un jarro a otro.

Planta del Monasterio:
a) Primera planta
1. Horno de pan
2. Panteón real
3. Panteón de nobles
4. Museo
5. Iglesia superior. Románica
6. Puerta mozárabe
7. Capilla gótica de San Victoriano
8. Claustro románico
9. Capilla de San Boto
b) Planta baja
10. Iglesia prerrománica
11. Sala de concilios.


Panteón Real:
En el piso superior se encuentra el Panteón Real. En él, durante cinco siglos se enterraron algunos de los monarcas de Aragón y de Navarra. Su aspecto actual data del siglo XVIII.
En San Juan de la Peña, los reyes de Aragón fueron sepultados en tumbas de piedra colocadas en tres órdenes superpuestos, desde la roca hacia afuera, presentando a la vista sólo los pies del féretro. El panteón real ocupa las dependencias de la antigua sacristía de la iglesia alta, que data del siglo XI; fue reformado por Carlos III en 1770, siguiendo las indicaciones de don José Nicolás de Azara y del conde de Aranda, quien quiso ser enterrado en el atrio. La reforma sólo afectó a la decoración, quedando los sepulcros en el mismo lugar; se levantó delante de ellos una pared en la que se colocaron láminas de bronce con las inscripciones correspondientes, se distribuyó por la sala profusión de estucos y mármoles, colocando en la pared frontera unos medallones con relieves que representan escenas de legendarias batallas.
Alberga los restos de algunos monarcas navarros que reinaron en Aragón, de los primeros condes aragoneses y de los tres reyes iniciales de la dinastía remírense, Ramiro I, Sancho Ramírez, Pedro I, junto con sus esposas.




El Santo Grial:
Según la leyenda española sobre el Santo Grial, éste permaneció en el monasterio, después de pasar por diversas ubicaciones como la cueva de Yebra de Basa, monasterio de San Pedro de Siresa, iglesia de San Adrián de Sásabe, San Pedro de la Sede Real de Bailo, la Catedral de Jaca, desde 1071 hasta el 1399.
La necesidad de atraer a los peregrinos a Santiago que pasaban por el cercano camino de Jaca al monasterio aconsejó que en él se ubicara la reliquia. En 1399 el rey Martín I se llevó el vaso sagrado al palacio de la Aljafería de Zaragoza, donde estuvo más de veinte años, después de una breve estancia en Barcelona, acompañando al rey y posteriormente se trasladó a la Catedral de Valencia.




 

jueves, 30 de diciembre de 2010

Catedral de Pisa




Voy a comenzar haciendo una breve introducción histórica.
La catedral de Santa María Asunta, se encuentra en el centro de la Piazza dei Miracoli es la catedral medieval de Pisa. Se trata de la obra más representativa del románico, en particular del románico pisano, muestra el prestigio y la riqueza alcanzados por la república marinera de Pisa en el momento de su apogeo.
Fue iniciada en 1063-1064 por el arquitecto Buscheto, con la décima del botín de la empresa pisana contras las Islas Baleares. Se fundieron en ella elementos estilísticos diversos, clásicos, lombardo-emilianos, bizantinos y en particular islámicos para probar la presencia internacional de los mercaderes pisanos de aquellos tiempos. En el mismo año se iniciaba también la reconstrucción de la Basílica de San Marcos en Venecia, por lo que puede decirse que también hubo cierta rivalidad entre las dos repúblicas marineras para crear el lugar de culto más bello y suntuoso.
La catedral fue consagrada en 1118 por el Papa Gelasio II, que pertenecía al grupo pisano de los Gaetani (o Caetani), condes de Terriccio y d'Oriseo, pero en la primera mitad del siglo XII fue ampliado bajo la dirección del arquitecto Rainaldo a quien correspondió el proyecto de la fachada actual, concluida por su grupo de maestros guiados por los escultores Guglielmo y Biduino.
El aspecto actual del complejo edificio es el resultado de repetidas campañas de restauración que se sucedieron en diversas épocas. Las primeras intervenciones radicales se realizaron tras el incendio de 1595: se elaboraron las puertas de bronce de la fachada, obra de escultores de la escuela de Giambologna; a partir del siglo XVIII se inició el progresivo revestimiento de las paredes internas con grandes pinturas en tela, los quadrones con Historias de beatos y santos pisanos, realizados por los principales artistas de la época gracias a la iniciativa de algunos ciudadanos que se financiaron creando una actividad comercial para el efecto.
Las intervenciones sucesivas se dieron durante el siglo XIX y se concentraron en las decoraciones internas y externas, que en muchos casos, por ejemplo para las esculturas de la fachada fueron sustituidas por copias, los originales están en el museo.
En cuanto al perfil artístico hay que destacar que, al inicio, el edificio tenía planta de cruz griega y la cúpula sobre el cruce de ambos brazos. Hoy tiene planta de cruz latina con cinco naves con ábside y transepto de tres naves. El interior sugiere un efecto espacial similar al de las grandes mezquitas.

Está diferenciada por dos grandes zonas, de las cuales vamos a explicar sus características:

·        Exterior

La riquísima decoración comprende mármoles multicolores, mosaicos y numerosos objetos de bronce provenientes del botín de guerra, entre los cuales el Grifo usado como parte del techo, junto a Palermo en 1061.
Los arcos de perfil agudo hacen referencia a influencias musulmanas y del centro de Italia. La fachada de mármol gris y blanco, decorada con incrustaciones de mármol colorado fue edificada por el maestro Rainaldo.
Su famoso campanario la Torre de Pisa. Los tres portales están bajo tres órdenes de logias divididas por cornices con teselas de mármol, tras las cuales se abren monóforas, bíforas y tríforas.
La puerta principal de bronce macizo fue fundida en el taller de Giambologna, pero antiguamente los visitantes entraban en la catedral a través de la Puerta de San Raniero, hoy colocada atrás, frente a la Torre inclinada. Fundida en torno al 1180 por Bonanno Pisano, y única que sobrevivió al incendio que semidestruyó la nave, esta puerta fue transferida de su lugar original en la fachada precisamente tras el incendio.
La puerta de san Raniero está decorada con 24 motivos ornamentales dentro de cornices. Esta puerta es una de las primeras producidas en Italia en la Edad Media, tras la importación de numerosos ejemplos de Constantinopla (en Amalfi, Salerno, Roma, Montecassino, Venecia) y se admira de ella una sensibilidad occidental, que se separa de la tradición bizantina.
Sobre las puertas hay cuatro filas de galerías abiertas, con la Virgen y el Niño en la cima y, en los ángulos, los cuatro evangelistas, la tumba de Buscheto se encuentra a la izquierda de la puerta norte de la fachada.


·        Interior

El interior está revestido de mármoles blancos y negros, tiene un techo a artesonado dorado del siglo XVII, en madera y pintado, por los florentinos Domenico y Bartolomeo Atticiati. No se sabe si el techo original fue similar o de simples armaduras. El techo actual dorado muestra el escudo de los Médicis.
En el punto de encuentro entre los transeptos y el cuerpo central se alza la cúpula con frescos de la Virgen en la gloria y los santos de los písanos Orazio y Girolamo Riminaldi (1627-1631).
Las impresionantes columnas graníticas en estilo corintio entre la nave y el ábside provienen de la mezquita de Palermo, botín de la batalla en la “Cala” de 1063.
El gran mosaico del ábside con Cristo en majestad, rodeado por la Virgen y San Juan Evangelista fue terminado con el rostro de san Juan por Cimabue en 1302, y sobrevivió milagrosamente al incendio de 1595. El San Juan Evangelista es la última obra realizada por él antes de la muerte y una de las pocas de las que existe documentación certificada. Evoca los mosaicos de las iglesias bizantinas y normandas, como la de Cefalú y Monreale, en Sicilia.
Entre las obras medievales que escaparon al incendio figuran el fresco La Virgen con el Niño del pisano Maestro de San Torpè en el arco triunfal, y bajo él el pavimento cosmatesco, realmente raro fuera del Lacio. Fue realizado con teselas de mármol usando temas geométricos en opus alexandrinum (mitad del siglo XII).
El púlpito de la Catedral, obra maestra de Giovanni Pisano, sobrevivió al incendio pero fue desmontado durante los trabajos de restauración y no fue repuesto hasta 1926. Con su estructura arquitectónica y la compleja decoración escultórea, la obra es una de las más vastas narraciones por imágenes del siglo XIV que refleja la renovación y el fervor religioso de la época. En las placas, ligeramente curvas, se han esculpido con un lenguaje expresivo los episodios de la Vida de Cristo. La estructura poligonal, como los ejemplos análogos precedentes, en el púlpito de Pisa, de Siena y de Pistoya, pero por primera vez los paneles están ligeramente curvados, dando una idea de circularidad nueva en su género. Igualmente originales son
  • La presencia de cariátides, figuras esculpidas en el lugar de simples columnas, que simbolizan las Virtudes.
  • La adopción de ménsulas en lugar de arcos para sostener el piso alzado.
  • El extraordinario sentido del movimiento, dado por las numerosas figuras que llenan cada espacio vacío.
Por estas cualidades unidas a la técnica narrativa de las nueve escenas es considerado como la obra maestra de Giovanni y de toda la escultura gótica italiana.
El púlpito solicitado a Giovanni sustituyó a otro realizado por Guglielmo (1157-1162) (púlpito del Maestro Guglielmo), que fue enviado a la Catedral de Cagliari, dependiente del arzobispo de Pisa.
Dado que no había documentación de cómo era el púlpito antes de ser desmantelado, fue reconstruido en una posición distinta de la original y, seguramente, con las partes en el mismo orden y orientación de como se había pensado. No se sabe si poseía o no una escalera de mármol.
La iglesia conserva además las reliquias de San Raniero, patrón de Pisa, y la fragmentaria tumba de Enrique VII, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, muerto en Buonconvento mientras asediaba Florencia. La tumba, también desmontada y recompuesta, fue esculpida por Tino di Camaino entre 1313 y 1315 y está en el transepto derecho, mientras que originalmente estaba en el centro del ábside, como signo de la fe gibelina de la ciudad. Sucesivamente trasladada otras veces por cuestiones políticas, fue separada en varias partes (unas dentro de la iglesia, otras en la fachada, otras en el cementerio monumental, y finalmente en el museo).
Las 27 pinturas que revisten la tribuna detrás del altar mayor, que representan Episodios del Antiguo Testamento e Historias cristológicas, fueron realizadas entre el siglo XVI y XVII por los mejores pintores de Toscana: Andrea del Sarto, El Sodoma y Domenico Beccafumi.
Numerosos y preciados son los adornos del siglo XVII, entre los que sobresalen el crucifijo de bronce del altar mayor y los ángeles portacandelabros al extremo de la “transenna” de mármol, obra de Giambologna. Además está el ciborio de plata ideado por Giovan Battista Foggini (1678-1686) en el altar de la capilla del Santísimo Sacramento. En los numerosos altares laterales se encuentran pinturas del siglo XVI y XVII elaboradas por pintores prestigiosos. Particularmente venerada es la imagen de la Virgen con el Niño (del siglo XIII), llamada Madonna di sotto gli organi, atribuida a Berlinghiero Berlinghieri.

El edificio, como el campanario está hundido perceptiblemente en el suelo, y algunos desequilibrios en la construcción se pueden ver con facilidad así como las diferencias de nivel entre la nave de Buscheto y la prolongación por obra de Rainaldo.

Los originales “graduales” de la catedral, obra de Giovanni Pisano de fines del siglo XIII fueron sustituidas en 1865 por el actual Sagrato. Estos graduales rodeaban el perímetro de la catedral al nivel del terreno y consistían en un casco de recuadros esculpidos con figuras de animales y cabezas. Actualmente algunos fragmentos se pueden ver en el museo.
Finalmente os dejo aquí una foto hecha desde arriba para que podais contemplar la Catedral de Pisa.